Inyecciones de Toxina Botulínica para TTM
Importancia: Las inyecciones de toxina botulínica (Botox) se utilizan para relajar los músculos masticatorios y reducir el dolor asociado con los trastornos temporomandibulares.
Es una opción efectiva para pacientes que no responden a otros tratamientos.
Evaluación inicial:
El especialista evalúa la necesidad de utilizar toxina botulínica (Botox) en el tratamiento del TTM para aliviar la tensión muscular, especialmente en pacientes con bruxismo o dolor muscular crónico que no han respondido a otros tratamientos.
Esta técnica se utiliza para relajar los músculos masticatorios y reducir el dolor asociado.
Procedimiento:
Evaluación Inicial: Examen físico y diagnóstico para determinar la necesidad de inyecciones de toxina botulínica.
Preparación del Paciente: El área de inyección se limpia y se marca para identificar los puntos de inyección.
Inyección: Se inyecta la toxina botulínica en los músculos masticatorios específicos para relajarlos.
Seguimiento: Monitoreo del paciente para evaluar la efectividad del tratamiento y programar inyecciones adicionales si es necesario.
Instrumentos: Jeringas y toxina botulínica.
Duración: Aproximadamente 30 a 45 minutos por sesión.
Incomodidades: Leve dolor y molestias en el sitio de la inyección.
Riesgos y fallas: Riesgo de efectos secundarios temporales, como debilidad muscular y hematomas en el sitio de la inyección.
Resultados esperados: Reducción del dolor y la tensión en los músculos masticatorios, mejorando los síntomas de TTM.
Los efectos de la toxina botulínica suelen durar entre 3 y 6 meses, por lo que el tratamiento puede requerir mantenimiento regular.



